En el mismo lugar en donde funcionaba el convento de monjas Santa María de la Salud, hoy tenemos una nueva oferta gastronómica, en un entorno hermoso.
La propiedad se encuentra en la calle Perú 1024 en el barrio de San Telmo y su construcción original se remonta a 1890 en donde funcionaba un convento jesuita de habitaciones pequeñas y espacios comunes amplios que se comunicaban entre sí por medio de pasillos, escaleras y patios abiertos.
Tras la epidemia de fiebre amarilla, el barrio de San Telmo se fue transformando y el convento se convirtió en una residencia de inmigrantes.
Desde aquella época, ha tenido muchas funciones, hasta que en diciembre de 2020, Francisco Valiente, el titular de la cooperativa que abrió Atis Bar.
El nuevo proyecto
La reforma del lugar duró bastante tiempo y también ha generado alguna polémica entre algunos vecinos históricos que no estaban de acuerdo con muchos cambios que no respetaban la estructura original del edificio.
El bar abre de 10 a 23 hs y se puede desayunar, merendar, almorzar y cenar, con un menú muy clásico y a precios accesibles. Recientemente ha abierto la parrilla, que funciona en plena terraza.
La experiencia
El lugar sorprende por lo lindo que es. Ideal para disfrutar la terraza cuando el clima lo permite. Tiene un menú sencillo y los precios no son excesivos, un agua $130, una gaseosa $150, cervezas desde $180.
Toda la atención muy amable, aunque muchas veces hay que esperar un tiempo más que lo normal. La carta no esta mal, pero también tiene mucho para mejorar y aprovechar uno de los entornos más lindos de la ciudad.
INFO
- Perú 1024, C1068 CABA
- FB
- @atis.bar
- 10 ᴀᴍ ᴀ 23 ᴘᴍ
- Menú online
Un teléfono para reservar
el lugar es hermoso pero falta un poco en cuanto a lo que ofrecen, ayer pedí un licuado de durazno con agua sin agregado de azúcar y me trajeron un licuado de durazno al natural con todo su almibar. Lo cambié por un agua y el costo hoy es de $2|0
Totalmente de acuerdo. Están desaprovechando uno de los bares más hermosos de Buenos Aires con una carta que todavía no esta a la altura.
La mesera nos recomendó dos ensaladas y 2 tablas de carne. Las ensaladas enormes, mal presentadas, una de ellas con Carne, carne + carne, la carne dura, hubo que devolverlo ! Desastre, lastima porque el entorno es único
Hola dario,
Tengo que decir que ya he ido 3 veces y de a poco van mejorando el servicio. La primera vez de un 3, la segunda un 4 y la última un 5 (sobre 10…). El menú es más acotado y coherente que hace un año, pero todavia les falta para aprovechar el entorno.
Totalmente de acuerdo con los comentarios. El lugar es mágico, pero después de larga espera y con las bebidas servidas hacía rato nos trajeron una picada con pésimos productos y mal presentados. Ante la queja no la cobraron.
El lugar es mágico,la comida riquísima,obvio q pueden tardar si el lugar es tan grande y las distancias entre salones y terraza ,cocina ,parrrila ,hay bastante,,,hay muchísima gente y son pocos los q lloran siempre y con su comentario de Mala onda,,si entras en un bar donde hay 4 mesas ,obvio q t van a atender rápido
Todavía no fui, mañana o el jueves voy a ir, me muero x conocer ese lugar con tanta historia!!!!! Y respeto de la comida y su emplatado, paciencia 🙏 amigos, ya se va a poniendo a punto!!!!!!
Hola Maria,
Yo también le tengo fe. Más teniendo en cuenta que era un convento, pero todavía le falta bastante en cuando a calidad.
Un lugar con encanto, comimos bien pero merece la pena sólo por el lugar precioso
Hoy fuimos 3 amigas. Nos encantó el lugar, los distintos patios, cerrados, al aire libre, pedimos una picada para 2, más empanadas, todo muy rico, muy bien atendidas. Excelente lugar.
UN DESASTRE !!!!
Todo mal, la recepción, ubicación, la atencion, la carta, no tenian el 50% de lo que pediamos, nos cambiaron la camarera a mitad del pedido, tan fea fue la experiencia que nos fuimos sin consumir, no volvería!
Hermoso el lugar. Realmente la comida es lo de.menos. El entorno es bárbaro. Largamente recomendable para cambiar de los bares clásicos
El restaurante es terrible. La carne tenia un sabor industrializado. No habia música. Fue todo horrible. Es una ratonera para turistas.
Hermoso lugar, vale la pena conocerlo, pero el restaurante , de lo peor, MUY MALA la comida, una pena, no lo recomiendo
Desastre es poco. El peor y más caro lugar de todo Buenos Aires. Es un robo comida en mal estado los mozos se ríen de que la comida este en mal estado el precio es increíble precio del Hilton cuando es el peor lugar del planeta.
No entiendo cómo la guía de buenos aires pública esto aunque le paguen bien ustedes saben que dan comida podrida
Hola victoria,
Si te fijas en la fecha, mí visita fue hace un tiempo ya y recién estaba abriendo. Yo mismo puse en el artículo que el valor del lugar, por el momento es el entorno. No conozco el menú actual, pero por otros usuarios creí que había mejorado. Igualmente tengo agendada una visita. No es fácil ir a todos los lugares seguido. Casi todos los días visito unos distinto. Por el tema de pago, no es real. No cobro de ningún lugar ni me interesa hacerlo. Tampoco acepto canjes ni nada por el estilo. La página se financia con la publicidad de Google y la venta de tours y nada más.
Fuimos en grupo (18) y como tal nos armaron una mesa larga en el “Altillo” (los restaurantes por lo general ubican a los grupos “al fondo”, como si hubiese que esconderlos). El lugar bastante deslucido y con iluminación deficiente, lo que se repite en casi todos los sectores. Tras alguna demora llegaron los pedidos, aunque algunos fríos (tostados). La atención apenas aceptable. La casona, originalmente de categoría, ha sufrido desafortunadas intervenciones que datan de distintas épocas y que han alterado la estructura arquitectónica original, a lo que hay que habría que agregar una desacertada decoración interior. Lo mejor: los espacios exteriores que ayudan a imaginar las épocas de esplendor de la residencia.