Nos hemos tardado un poco en volver al Obrero en su nueva versión. Después de estar cerrado casi un año, esta nueva etapa ha sido una buena sorpresa. También la zona ha mejorado mucho, con la usina del arte y varias galerías de arte en locales que antes estaban abandonados.
La historia
Este lugar lo fundó y trabajo Marcelino desde 1954 y se ha convertido en un bar notable que ha pasado por todas las modas posibles y aún sigue ahi, aunque la pandemia lo dejo herido, gracias a los tres hijos de Marcelino, y algún inversor, han logrado volver a abrir y mejorar su carta.
Por este lugar han pasado personas y personajes de todo tipo. Desde Bochini a Tim Roth, para nombrar dos grandes que se ven entres las fotos que decoran el lugar, junto a las típicas bufandas futboleras que se usan en Europa y algunas banderas de Asturias, la madre patria de Marcelino.
Volvió el obrero
Y volvió mejor, al menos en mi experiencia. Aunque la decoración es similar, todo esta más “limpio y ordenado”. La parrilla a la vista, sólo puede dar más hambre y ver la cocina siempre es divertido.
La carta mantiene los clásicos de un bodegón porteño, con platos italianos y españoles. Fideos con tuco, tortillas españolas y una creación argentina que es clásico del lugar, como es la milanesa napolitana, realmente de las mejores que se pueden probar.
Los hermanos atienden personalmente el lugar y lo dan todo. Realmente aman el lugar y haber cerrado fue algo que los afecto a todo nivel, incluido en la salud. Todo esto me lo cuentan ahora con una sonrisa y mirando todas las mesas ocupadas de clientes habituales y turistas.
La experiencia
Volvió el obrero y esta mejor. Buena calidad y amor por el lugar. Es un patrimonio que hay que cuidar ya que es un lugar notable de la ciudad. Buen regreso del clásico de la Boca.
INFO
- Agustín R. Caffarena 64, Buenos Aires
- Abierto Lunes a Sábados desde las 20hs
- RESERVAS 4362-9912 (A partir de 10am)
- 4.3 en google
- precios $$
[…] Un clásico que funciona desde 1954 en el barrio de La Boca. Después de estar cerrado un tiempo, ha vuelto el obrero y lo hemos visitado. […]